Catedrático y Director del Centro de Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza
¿Qué cree usted que ha podido influir en esta zona para su relativa baja incidencia del Covid-19?
No es fácil de explicar, pero es posible que se haya podido deber a una menor relación directa por vía aérea con China y el Norte de Italia, que han sido los focos principales de propagación del coronavirus hacia España. La climatología más suave de Andalucía podría haber desempeñado una cierta influencia en la menor propagación del virus entre la población. Y por otra parte, también podría haber influido el hecho de que, aunque Andalucía es una comunidad autónoma con un elevado número de habitantes, la población está muy distribuida en un territorio de gran dimensión.
¿Cree usted que el verano, las temperaturas etc.., hacen que el virus pierda letalidad?
Más que disminuir la patogenicidad del virus lo que ocurre es que con las temperaturas más altas disminuye su capacidad de propagación y así se ha demostrado en varios estudios realizados, pero sobre todo influye el hecho de que en verano los ciudadanos están más tiempo en espacios al aire libre y mucho menos en espacios cerrados como ocurre en invierno. Por ello, al margen de otros hechos, se espera que los contagios disminuirán a lo del verano.
¿Qué opina usted de la colaboración ciudadana en estas fases de desescalada?
La colaboración ciudadana ha sido absolutamente ejemplar y decisiva a lo largo de todo en periodo de alarma, tanto en el confinamiento como en las fases de desescalada. Y estoy seguro que lo va a ser también en la situación actual de la llamada “nueva normalidad”, aunque hay que asumir que será inevitable que, particularmente en el mes de Julio, se produzcan algunos rebrotes de contagios por el coronavirus que esperemos sean de importancia limitada y poco numerosos.
¿Cree usted que podemos ir a un rebrote?
Como ya acabo de señalar pequeños rebrotes seguirán produciéndose, aunque espero que cada vez con menor frecuencia. Para ello, será muy importante apelar de nuevo a la responsabilidad de los ciudadanos y a la adopción de medidas apropiadas en las actividades que a la vista de la experiencia reciente se consideran críticas, como son el control de las visitas a las instituciones sanitarias y a las residencias de mayores, el control frecuente de las personal que trabajan en mataderos y en la recogida de frutas y verduras, por lo que habría que tratar de evitar el hacinamiento humano que se produce en ciertos alojamientos, y sobre todo, tras la autorización de la movilidad de personas en todo el territorio nacional y la reapertura del tráfico aéreo, será muy importante el control estricto de los pasajeros que procedan de países del mundo con una incidencia elevada y descontrolada de la pandemia.
Respecto a una posible segunda oleada de la pandemia en el próximo otoño-invierno, aunque no se puede descartar, si se produjera no sería de la misma intensidad que la de esta pasada primavera, ya que los ciudadanos han aprendido a prevenir los contagios, el sistema sanitario está ya mucho mejor preparado, dispondremos de tratamientos específicos y eficaces frente a la enfermedad y muy probablemente más de una vacuna para prevenirla.
¿Qué consejos nos daría a los ciudadanos andaluces para evitar una propagación del contagio?
Para evitar los contagios será muy importante seguir haciendo caso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias en cuanto al mantenimiento de la separación interpersonal establecida, usar mascarillas particularmente cuando la anterior no sea posible mantenerla y especialmente en espacios cerrados y no ventilados y practicar las normas de higiene personal en cuanto al frecuente lavado de manos y su desinfección.
Algo parecido aconsejaría a los establecimientos destinados al turismo, es decir adoptar todas las medidas necesarias para que pueda garantizarse la máxima seguridad sanitaria a los clientes para evitar contagios, como el cumplimiento estricto de las medidas de distanciamiento interpersonal y la disponibilidad en lo posible de locales bien ventilados, máxima limpieza y desinfección, evitar al máximo el uso compartido de objetos que puedan propiciar contagios y formar al personal de manera que asuma todos los procedimientos de seguridad sanitaria. Si se cumplen con rigor esas medidas el importante sector turístico andaluz proporcionará confianza a los visitantes y será capaz de superar esta crisis que no solo es solo sanitaria, sino también económica, social y laboral.
Dejar un comentario